VINAGRE, UN ALIÑO DE LUJO
Los españoles consumimos unos dos litros per cápita de vinagre al año, generalmente en ensaladas, gazpachos, ajos blancos y escabechados. Platos a los que el vinagre aporta ese sabor tan peculiar y refrescante. Por su fuerte personalidad, hay que utilizarlo con moderación. España cuenta con dos denominaciones de origen, -de Jerez y del Condado de Huelva-, son la élite del vinagre. Pero ahora también se han sumado las grandes bodegas de vino. Y los hay de todo tipo de variedades, de tempranillo, de garnacha, de cava ... Motivo de más para conocer su historia y cómo se elaboran.
LA ÉLITE DEL VINAGRE
El vinagre es uno de esos condimentos con un uso tan habitual en la cocina, que ya se utilizaba antiguamente, no tanto para ensalzar los sabores de los alimentos, sino como conservante natural. Es parte esencial de la Dieta Mediterránea y cuenta con importantes funciones debido a sus constituyentes nutritivos y a sus funciones reguladoras de la digestión.
España produce buenos vinagres que, presentes en las grandes cocinas, no faltan tampoco en los hogares. Cuenta con dos de las tres Denominaciones de Origen de vinagre reconocidas en el ámbito comunitario. Son el Vinagre de Jerez y el Vinagre del Condado de Huelva, las dos andaluzas, que encierran toda una historia y un proceso de elaboración muchas veces desconocido, aunque no por ello menos interesante. La tercera denominación pertenece a Italia con su vinagre Balsámico de Módena.
El vinagre es el producto obtenido mediante la acción de unas bacterias -la bacteria acética o mycoderma aceti- sobre cualquier tipo de solución hidroalcohólica, así hay vinagres de manzana, de remolacha, de patata, de arroz,... si bien la más conocida y extendida, en cuanto a su utilización, es la procedente del vino.
Fue considerado antiguamente un accidente en el proceso de vinificación. Las rudimentarias técnicas vinícolas de la antigüedad probablemente hacían que una buena parte del vino que se consumía por aquel entonces estuviera más cerca del "acetum" que del "vinum". En la Edad Media, los artesanos sostenían que era mucho más dificil hacer un vinagre discreto que un buen vino. Los romanos lo mezclaban con agua y lo usaban como bebida refrescante, como recuerdan los Evangelios, que narran cómo Jesucristo fue atendido en la cruz por un soldado romano que le acercó una esponja empapada de agua con vinagre.
No cabe duda de que durante siglos la acetificación del vino, además de enojoso, era algo absolutamente misterioso para los vinateros. No sería hasta el siglo XIX cuando el científico francés Louis Pasteur identificó a este microorganismo como el responsable de la fermentación acética. De elaboración fortuita y no deseada se pasó después a un controlado proceso de elaboración, que en el caso del Vinagre de Jerez y del Condado de Huelva supone la utilización de vinos de primera línea para realizar la acetificación. Además, como denominaciones de origen sólo utilizan los vinos procedentes de las uvas acogidas en sus respectivos ámbitos de producción.
domingo, 27 de diciembre de 2009
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ola mila!!!muy interesante tu blog espero seguir visitandolo puestoq me gusta muxo dicho tema.bss
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarme gusto tu blog me parecio interesante las denomicaciones de los vinagres!!!
Visita el mio y dime que te parece!!